Debes tener en cuenta que las tarjetas de crédito son una cuenta con un fondo limitado. De la misma forma en la que no puedes expedir cheques sin fondos o pagar con una tarjeta débito que no tiene saldo, no es conveniente utilizar la tarjeta de crédito sin pensar en la cantidad autorizada, y arriesgarse a que en algún establecimiento la rechacen.
Cuando la institución bancaria te aprueba una tarjeta de crédito, fija un cupo que no podrá ser rebasado, y que está basado en tu capacidad de pago. Únicamente, conforme se realicen los pagos, podrás disponer nuevamente del crédito.
Debes evitar a toda costa sobrepasar el tope de tu límite de crédito, ya que esto habla de un descontrol en tus gastos y afectará tu presupuesto.
A continuación te damos algunas sugerencias para evitar este tipo de situaciones y controlar tu saldo:
Cuando recibas tu estado de cuenta, es importante compararlo con tus cuentas, para verificar que todo esté en orden.